Diversidad funcional
- Vanesa Zamora
- 22 ene 2018
- 2 Min. de lectura
Las clasificaciones estigmatizan, y algunos términos que constan en certificados para acceder a prestaciones y servicios: ofenden. Dicen que no ofende quien quiere sino quien puede, pero aún así, las personas que estamos en contacto con este mundo, nos alegramos que esta extraña combinación de palabra sustituya a “inválido, deficiente o discapacitado”, que nos hacía antaño reaccionar tan visceralmente…
¿Qué significa diversidad funcional? Básicamente que en vez juzgar a todos con el mismo rasero, y tras muchas batallas, se ha llegado a una especie de consenso en cuestión filosófica de que el ser humano es diferente en todos sus aspectos. Que la misma diferencia y diversidad que encontramos en la naturaleza, también la encontramos en las personas y no por ello se ve uno degradado ni pizca alguna en calidad de humano.
La diversidad mal entendida levantaba barreras, quitaba oportunidades, derechos y competencias. Y generaba conflictos.
El actual concepto de discapacidad establece que la discapacidad no es una condición de la persona, sino una situación, resultante de la relación entre las capacidades y necesidades de cada persona y la complejidad del entorno y de las actividades. Ya no se habla de capacidades que no tienes sino de un cierto límite en aquello que puedes o necesitas realizar.
Discapacidad. Suena muy mal.
DIVERSIDAD... suena mejor, ¿verdad? Porque es una verdad auténtica.... Todos somos diferentes, a algunos se nos ve más diferentes que a otros... por afuera....

Eso no debería ser jamás motivo de hacernos sentir mal. Más bien al contrario: un enriquecimiento..
Cuando el foco pasa de ser una tara con la que se ha de cargar, insalvable, a ser una limitación de las funciones que puedes realizar: el conflicto es más pequeño y es superable, porque se focaliza. Se otorgan derechos a la liberación de barreras, y esto significa: a vivir en un mundo más accesible y a recibir los apoyos que se requieran para que cada persona tenga una buena vida, sentida como propia y en igualdad de oportunidades. Y las personas con diversidad funcional desde ahí sí pueden vivir su vida tan plenamente como deseen.
Diversidad funcional tenemos tod@s. Necesidades especiales: también. Igual que competencias, potencialidades y cualquier otro tipo de diferencias. Pero lo que determina una sociedad igualitaria y moderna es el reconocimiento de los derechos y la provisión de apoyos flexibles y adecuados a cada persona, momento, actividad y entorno.
Para que tengamos una vida plena e inclusiva, por grandes que sean las dificultades. La igualdad de derechos, el derribo de las barreras, la igualdad de oportunidades forman una sociedad que crece, comprometida y más libre y digna.
Quitarle la dignidad a otro es quitarse un poco la propia. Diversidad funcional es una palabra compleja que no siempre es comprendida, pero que devuelve la dignidad a quienes fue robada.
Aquí una pequeña muestra de genios que admiro: con capacidades y sin limitaciones….
http://www.exit21.org/
Hablaremos más sobre capacidades en otro post...
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