"No he realizado antes un
proceso personal"

La necesidad de buscar ayuda y comenzar un proceso personal, a veces surge de dentro; en ocasiones nos empujan las circunstancias, o las personas que nos rodean y nos importan. No es fácil. Al principio hay miedo, sobre todo por desconocido.
Cuando tenemos un problema, nos solemos dar cuenta porque las circunstancias que nos rodean se ven trastocadas: nos afecta en el ámbito laboral, familiar, escolar... de alguna manera ( por ejemplo nos sentimos más estresados que en otra época, o comenzamos a faltar al trabajo o escuela; discutimos, peleamos...)
Por consiguiente, nos afecta a nosotros mismos: cómo percibimos las cosas y cómo nos vivimos a nosotros mismos (es posible que descuidemos nuestra alimentación, nuestro aseo, o que comencemos a "pensar mal" sobre los acontecimientos a nuestro alrededor"). Por otro lado afecta nuestras relaciones interpersonales, ya que todas estas circunstancias nos hacen vivirnos con extrañeza: dejamos de relacionarnos limpia y tranquilamente con el otro, comenzamos a relacionarnos con desasosiego (podemos tener celos, envidias,o miedo, desconfianza....)
De la misma manera, un sinfin de problemas pueden generarse después de un hecho importante y desbordante, lo que llamamos un shock, que nos deja secuelas y miedos, a veces no perceptibles a primera vista, pero generan conductas de evitación. Conductas que al principio parecen aliviarnos, pero que acaban provocando a la larga otras dificultades.
Cuando de una manera u otra nuestra vida se ve alterada, necesitamos recurrir a la ayuda de un profesional. Los cambios de conducta, o los miedos, las ideas irracionales que hayamos podido generar, podemos trabajarlos para encontrar soluciones.
Existen diversas corrientes de acompañamiento donde elegir: "¿cuál es la que me conviene?" , se preguntará....
Lo primero que hay que saber es que el trabajo se basará en la confianza y el vínculo. Sin ella no hay apertura y no habrá progreso, por muy buena que sea la técnica. Ella proporciona seguridad, intimidad y la determinación de que el/la acompañante está ahí para ayudarle.
Hagamos un breve repaso y piense en su carácter personal y en qué manera de abordar los problemas le hace sentirse más cómodo.
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Psicoterapia: se centra en el pasado del individuo para tratar de que logre comprender su presente y lograr ordenar su mundo interior. En esta corriente se indaga en el pasado de la persona para buscar el origen del problema que le afecta. Es un método terapéutico intensivo y profundo que se centra en aquellos factores que motivan la conducta, los pensamientos y las emociones de las personas pero que escapan a su consciencia, y sacando a la luz la información trabajando en terapia, se pueden modificar patrones. En esa corriente encontramos el psicoanálisis, con diversas corrientes. Para ejercer en este ámbito, el/la profesional deberá estar acreditado/a y colegiado/a.
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Conductismo: al contrario de enfocarse en el pasado como hace la psicoterapia, el conductismo está más centrado en el presente. El conductismo es ideal para tratar problemas y conflictos que ya han sido diagnosticados. La idea final es que las acciones y los pensamientos negativos sean reemplazados por otros nuevos, más frescos y constructivos. A medida que se adopta un pensamiento más racional, los sentimientos del individuo pueden cambiar. El conductismo tiene diversos enfoques, cada cual trabaja a su modo, puede clarificarlo en la primera consulta preguntando cómo es el procedimeinto básico de trabajo para hacerse una idea. Para ejercer en este ámbito, el/la profesional deberá estar acreditado/a y colegiado/a como psicólogo/a.
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Sistémica: trabaja dentro de un contexto o núcleo, sea pareja o familia. La terapia sistémica entiende los problemas en marco contextual y se focaliza en comprender y cambiar las dinámicas de las relaciones (sean de pareja, familiares, laborales, etc.). Los roles y los comportamientos que tenemos las personas en estos contextos se entiende que están determinados por las reglas tácitas de ese sistema y la interacción entre sus miembros. Por lo tanto en terapia sistémica se trabaja con esta información para cambiar patrones dentro del sistema, teniendo en cuenta a todos/as. Existe una acrediatación como psicólogo/a sistémico/a; y existe una acreditación como constelador familiar, son ramas difrentes de la metodología sistémica.
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Humanista: esta corriente trata de sacar lo mejor del individuo para así tratar de devolverle su calma interior. El/ la cliente es acompañado/a para que pueda encontrar por si mismo la causas de sus males. La idea es que la persona logre conectarse consigo misma.
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Gestalt: (dentro de la corriente humanista) los sentimientos juegan un papel muy importante aquí. Antes de actuar, el/la cliente debe aprender a conectar con sus emociones para ser consciente de las mismas. Esto le ayuda a conocerse a si mismo/a. Se trabaja desde el conocer lo que realmente uno quiere y puede para conseguir los cambios conductuales. Para ejercer en este ámbito, como acompañante, se obtiene un certificado de la AETG.
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Si tiene alguna duda no dude en contactarme. Espero haberle servido de ayuda. Ánimo y buena suerte.