Testimonio de terapia gestalt.
A. M. Octubre 2014
Tengo 29 años y he tenido la suerte de poder hacer proceso Gestalt con Vanesa Zamora.
Para poder hablar de los beneficios que me ha aportado, creo necesario explicar brevemente mi situación inicial. Varios meses antes de empezar el proceso con Vanesa, tuvo lugar un acontecimiento que marcó un antes y un después en mi vida. Un acontecimiento que me provocó una profunda reflexión sobre mi existencia hasta el momento y sobre la manera de canalizar mis emociones. En mi cabeza se sucedían infinidad de pensamientos y me sumí en una lucha voraz por entender por qué nunca alcanzaba la tranquilidad personal, la auto-realización, en definitiva, la felicidad plena. Por aquel entonces solo existía una única idea clara en mi cabeza: estaba segura de que mi tan ansiado cambio personal no vendría del exterior sino de mí misma. Pero ¿cómo puedes cambiar si ni siquiera sabes qué te pasa?
Ahí estaba yo en mi guerra personal cuando casualmente conocí la terapia Gestalt a través de Vanesa quien me explicó de una manera sencilla y clara los fundamentos gestálticos. Me llamaron la atención dos ideas. La primera fue que en Gestalt se trabaja mediante diferentes técnicas a través de las que se puede conseguir un fuerte estado de consciencia de los propios sentimientos y emociones, así como de qué los causan. De esta manera es posible alcanzar la auto-comprensión y la auto-aceptación. La segunda idea que Vanesa me planteó aún me resultó más atractiva. La persona que recibe terapia adquiere un rol activo en la sesión. El resultado del proceso es proporcional al esfuerzo y al trabajo que ésta desempeñe. Su fuerte confianza, conocimientos y experiencia me animaron a empezar con las sesiones de manera quincenal.
Y ahí estaba yo, en proceso Gestalt, dispuesta a darlo todo. Cabe decir que las sesiones con Vanesa me resultaron sorprendentes, en el sentido de diferentes entre sí, y muy activas. Efectivamente, cuanto más dispuesta estaba yo en profundizar en mí misma, más recursos y técnicas me ofrecía ella para llevar a cabo mi cometido. No os voy a mentir, profundizamos en mi pasado para desbloquear mi presente. Para entender qué estaba pasando dentro de mí, Vanesa utilizó técnicas diversas con las que mis sentimientos y sensaciones y cómo éstos se manifestaban en mi cuerpo adquirieron un papel principal. Poco a poco, fui adquiriendo consciencia de todo ello y los pensamientos caóticos derivaron en ideas precisas. Conseguí ser consciente de lo que me estaba pasando y del por qué y mejoré considerablemente mi auto-concepto mediante la auto-comprensión en poco tiempo. Algunas de las sesiones con Vanesa han sido mágicas.
De Vanesa como acompañante Gestalt destaco su compromiso, valentía, intuición y confianza.
Espero que este testimonio te resulte útil y te dé que pensar.
Cordialmente,
A. M.