Constelaciones familiares.... ¿para qué?
- Vanesa Zamora
- 5 dic 2017
- 3 Min. de lectura
Las Constelaciones Familiares son una herramienta de trabajo que nos permite ver las heridas o conflictos que no están resueltas, provocándonos limitaciones o bloqueos en distintos aspectos de nuestra vida. Se pueden realizar en grupo o individualmente. En grupo se realizan en lugares donde acuden personas interesadas, que se ayudan mutuamente participando como representantes en las constelaciones de otras personas. Individualmente se realizan en sesión terapéutica, normalmente con muñecos u objetos que representan a los elementos implicados en la situación o conflicto.
Funcionamiento:
Imaginemos en grupo. Se reúne un grupo de constelaciones. Puede ser que los participantes se conozcan o no, no es importante. La persona que quiere constelar explica brevemente qué quiere constelar, qué quiere resolver. Normalmente el constelador le pedirá que entre el grupo escoja a una persona que le represente. Puede ser que le pida que escoja a alguien más que represente otras personas/factores implicados en el problema. Una vez escogido y colocado en el espacio, comienza un movimiento, que acaba en una imagen representativa de cómo se sienten los implicados, qué ha ocurrido y una posible solución si la hay. Como se suele decir: una imagen vale más que mil palabras y aunque para nadie más tenga sentido, normalmente para el que constela sí lo tiene, y es lo único que importa.
En constelación individual observaremos la manera en que se colocan los objetos/muñecos representantes y funciona de manera similar a la grupal, aunque evidentemente es más íntima y hay menos carga de sensaciones: pues las personas, queramos o no, transmitimos con nuestra presencia...
Cada cual escoge lo que mejor le va.
¿Cómo nos ayuda hacer esto?
Cuando algo no está resuelto en el pasado, y estamos enredados en conflictos que a veces incluso son heredados de nuestros antepasados, se manifiesta en el presente por ejemplo en la dificultad para que la pareja permanezca estable, incluso en encontrar pareja; puede manifestarse en la dificultad en encontrara estabilidad en el trabajo, o en el movimiento económico que sufrimos (tanto dificultad de ahorrar como la sensación de que se "escape de las manos"). También puede manifestarse en dificultad en sentir raíces, compromisos sociales, sensaciones que sentimos fuertemente presentes en nuestra vida pero sin embargo vivimos con extrañeza, como "ajenas"....
Hay tantas manifestaciones como personas y maneras de ser. La sensación común es de dificultad y de falta de comprensión de algún asunto.
La manera en que se trabaja en constelaciones es a través de imágenes, el lenguaje del inconsciente, del cerebro también. Las imágenes nos despiertan sensaciones, éstas las emociones, y por ende éstas nos moverán un comportamiento diferente, comprendamos o no aquello que nos ha ocurrido....
La inconsciencia, la culpa, o el sentirse víctima, perpetúa la imagen dolorosa: el asunto no resuelto. Por otro lado, realizar terapia de algún modo fortalece el conocimiento, cierra heridas, y nos ocupamos de las cargas y emociones que nos hacen sufrir, por lo tanto libera... En este proceso, que suele ser doloroso, se encuentran las herramientas, los recursos, las fortalezas, los aprendizajes, que nos ayudan a resolver y salir de la situación- problema.
Además del dolor genuino de la situación o situaciones que originasen todo el conflicto, se añade el miedo a reabrirlo, al descontrol, a la falta de sostén. Este miedo nos deja inmóviles, faltos de recursos, y nos mantiene en la posición de víctima, además de agrandar la culpa de no vivir plenamente.... cuando tal vez la vida nos esté ofreciendo valiosas oportunidades... Es un círculo vicioso.

A veces una imagen en constelación realiza un quiebre, un clic, arroja un punto de luz de por dónde encontrar una salida, un camino para mirar hacia el futuro honrando al pasado, con todo aquello que ocurriese: lo bueno que nos hizo gozar, y lo malo que nos hizo aprender....
Recordemos que el trabajo de constelaciones es puntual, no continuo. Se constela una vez el conflicto, se ve una inagen, y hay que dejar un tiempo prudencial para que esta imagen se digiera y pueda producirse lo que llamamos el movimiento interno. Se recomienda tener un espacio paralelo a la constelación para poder elaborar/ digerir lo que se ha trabajado y poder pasar a la acción de la manera más óptima para el cliente, además ayuda enormemente tener un sostén y apoyo cuando se trabaja en constelación.
Siempre hay cambios después de una constelación. Los cambios sólo pueden darse cuaando a nivel interno nos "encajan" las piezas" y comprendemos a nivel muy profundo aquello que se ha mostrado a nivel consciente y antes, muchas veces, no sabíamos....
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